Los caminos de la innovación XI: Innovación por arqueología

¿Se puede innovar mirando hacia atrás? Por supuesto, existe la noción general de que las el progreso es lineal y que las cosas siempre tienden a mejor. No se cómo se ha logrado inocular esta idea en la mente del público, pero el caso que en muchos aspectos, especialmente cualitativos, la calidad de muchos productos o servicios ha empeorado de forma notable, aunque se produzcan de forma mucho más barata. Ya hace casi dos mil años Horacio escribió: «Nuestros padres, peores que nuestros abuelos, nos engendraron a nosotros aún más depravados y nosotros daremos una progenie todavía más incapaz», no es que esté de acuerdo con esa visión tan rigorista sobre la decadencia del género humano, pero tampoco es cierta, esa estúpida idea de que todo lo nuevo es mejor.

Sólo al que echar un vistazo a algunos de los productos básico como la leche, los huevos, el pan y los alimentos en general.  En algunos sectores como el de la moda, la innovación simplemente consiste en rescatar elementos obsoletos y mezclarlo con la estética actual. Por eso las revistas de moda están llenas de comentarios del estilo: vuelven los pantalones de campaña, una mirada al estilo de los años 20…

Seamos claros, innovar está muy bien, pero para que haya progreso tienen que haber conservación. Sin conservación pero con cambio sólo hay evolución, lo que en muchas ocasiones puede sigfnicar decadencia.  Muchas veces la verdadera innovación consiste en rescatar elementos que se han perdido, por eso los fabricantes de pan de molde intentan convencernos que han conseguido equipararlo con el tradicional pan de leña.

Algunas sugerencias para la innovación arqueológica

Haz una lista de los atributos de tu producto, haz otra listas de los productos que cumplían la misma función que el tuyo y que lo han sustituido, a falta de esto siempre puedes tirar de versiones viejas. La cuestión consiste en comparar que atributos son mejores en los productos sustituidos y ver  de que manera se podrían incorporar al producto actual.

Muchas veces podemos ser capaces de darle un toque extra de glamur o de calidad aparente con rediseño estético del producto que  le dé un look más retro. Eso es lo que hacen las universidades, en su afán por parecer instituciones más respetables intentan hacer valer su antigüedad.

La conclusión de este post es sencilla: a veces, para poder mirar hacia adelante (innovar), es necesario saber mirar hacia atrás.  Tened, cuidado la innovación está ahí afuera.

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