Hace algunos días un polémico artículo en el confidencial, encendió la chispa de la polémica; «La Web agoniza mientras el propio Google remata al SEO». La necesidad de buscar titulares llamativos que inciten a la lectura, genera una cascada inagotable de conflictos. En el artículo el autor, ubicado en Silicon Valley, exponía el poco interés que despierta el SEO en el epicentro de las nuevas tecnologías y como la web (html css javascript navegador) parece estar perdiendo fuelle y algunos incluso la dan por muerta. En España el melón lo abrió el presidente de Google en el país, diciendo «Hay que darse prisa en conocer el fenómeno web porque acabará en no más de tres años. El siguiente fenómeno [móvil] ya está en marcha». Cuando uno oye hablar a alguien con un cargo tan importante en una empresa como google sobre el futuro de la web es lógico otorgar algo de crédito a sus valoraciones, muchos incluso las convertirán en un auto de fe.
El problema es que si echamos la vista atrás y recopilamos las declaraciones aportadas por dirigentes de grandes empresas, veremos cuan frecuentemente confunden la realidad con sus propios deseos. No es nada nuevo, en 1943 , el presidente de IBM estimó un mercado potencial de unos 5 o 6 a nivel mundial. Mucho más acertados estuvieron en la revista Popular Mechanics, cuando en 1949 pronosticaron que los ordenadores del futuro podrían llegar a pesar menos de 1,5 toneladas. En 1977 el presidente de una empresa de informática afirmó que «“No hay ninguna razón por la que alguien quiera tener un ordenador en casa”«, algo más de una década más tarde el presidente de Microsoft afirmó que jamas haría un sistema de 32 bits y ya van por 64.
Todas las empresas, y las tecnológicas aun más, tienen que hacer predicciones sobre el futuro, que les servirán para conformar su plan de negocio. Cuando un directivo hace alguna declaración, no está transmitiendo las presunciones que han sido incorporadas a la estrategia de una empresa. Además una potente herramienta para hacer predicciones acertadas, es difundirlas e intentar convencer a la gente de que «ese es el futuro».
¿Tienen los «magos» de Silicon Valley una bola mágica con la que ver el futuro? Digamos que tienen algunos elementos que les dan un visión privilegiada. Pertenecen a empresas que se dedican a desarrollar las tecnologías, saben los que se cuece en los laboratorios. Como siempre en su propia fortaleza está el germen de su debilidad. El bosque muchas veces impide ver los arboles, desde la distancia intentaremos describir como ha ido evolucionando está selva que es Internet y los productos y Servicios que la pueblan.
En el siguiente artículo examinaremos el primer epidosdio de esta cruenta guerra: El ataque de los navegadores.