La gestión del conocimiento, un factor clave en la compra de software de gestión

Hoy en el mercado existen infinidad de productos para la gestión empresarial que son capaces de cubrir con creces las expectativas del cliente más exigente. Hace unos años era frecuente hablar de los arranques fallidos o desastrosos, entonces eran muchos los proyectos en los que no coincidían las metas del implantador (en muchos casos el propio fabricante) y la empresa.

La tecnología avanza vertiginosamente haciendo que todo sea más sencillo y fácil de poner en marcha, en general después de décadas de estar evolucionando los productos estos son muy estables, a esto se une que los modelos estándar cada día cubren más necesidades, por encima de lo que muchos negocios necesitan o son capaces de utilizar. Innegablemente esto ha influido positivamente en el éxito de implantación de proyectos ERP.

Pero además, ¿porqué actualmente son menos los proyectos que fallan en la implantación? Por mi experiencia, he comprobado que factores que antes no se tenían en cuenta a la hora de poner un proyecto en marcha tienen mucha influencia. Su omisión no era por falta de conocimiento, dado que se conocían y se planteaban, sino que faltaba formación dentro de las propias consultoras para llevarlo a cabo.

Cuando una empresa acomete un proyecto vital como el cambio del ERP, tiene objetivos muy claros: mejorar los procesos del negocio, facilitar el acceso a la información, etcétera. Pero aun existiendo magníficos profesionales tanto por parte de la empresa, como por parte de la consultora, los resultados no son los deseados. Se falla en las personas, en los sentimientos de las personas, no se realiza una buena gestión del cambio.

La gestión del cambio, es decir, hacer un buen trabajo con las personas de dentro y prepararlos para lo que va a venir es esencial, convencer a los participantes del proyecto dentro de la empresa y formar un equipo con los consultores, dando por hecho que el consultor es un experto en el producto que implanta es un factor clave de éxito.

Hoy en día las consultoras en general han evolucionado en estos aspectos y contemplan como claves de éxito una buena gestión del proyecto, un aseguramiento de la calidad en todas sus fases y por supuesto una delicada gestión del cambio. Ahora el cliente que desea implantar un producto, si quiere garantizarse el éxito debe de evaluar principalmente la capacidad de los consultores. No basta con contratar a una empresa de renombre; hay que asegurarse de que personas van a participar posteriormente en el proyecto, que roles desempeñaran y conocerlos antes de dar nuestra conformidad. El feeling que tengamos con ellos va a ser fundamental y se deben de valorar tanto las competencias intelectuales, como sus competencias personales; si no encajan el porcentaje de fracaso aumenta y el retorno de inversión se disipa, y lo que es peor, predispone a la organización a no volver a afrontar proyectos de este tipo en el futuro y perder competitividad.