Big Data e investigación cualitativa en Marketing

Incorporar el Big Data a su empresa

 

En este momento histórico que estamos viviendo la generación de datos numéricos y cuantitativos ha alcanzado unas cotas inimaginables hace 50 años. El abaratamiento de las telecomunicaciones y de la capacidad de almacenamiento y procesamiento ha propiciado una carrera vertiginosa por almacenar todo tipo de datos. Lo lógico, claro está, es almacenar magnitudes ligadas a conceptos, registros de transacciones y estados a fin de cuentas los ordenadores vienen siendo grandes calculadoras. Aplicando además técnicas de analítica avanzada podemos ser capaces de  descubrir relaciones insospechadas entre los datos que nos hacen replantearnos lo que creemos saber acerca de nuestro negocio y del mundo en general.

Pero hoy en día  los ordenadores no sólo son capaces contar, con ciertas limitaciones son capaces de leer. ¿Y de que puedes servirnos que los ordenadores lean? Desde el punto de vista de la investigación cualitativa de mercados, abre todo un mundo de nuevas posibilidades.

Aunque estamos dando cada vez más importante a los números y a la lógica booleana que gobierna de forma inflexible el mundo de los procesadores, las personas seguimos siendo seres de palabras, imágenes y emociones. Y mucho más de imágenes y emociones que de palabras. Según prueban innumerables estudios en el campo de la psicología y el marketing las emociones juegan un papel fundamental en nuestras decisiones. Sugieren incluso que todo los razonamientos que damos a otros y a nosotros mismos cuando justificamos una decisión no son más que coartadas para justificar una postura que casi siempre tomamos de forma visceral.

¿Porque las ciudades están repletas de vehículos todo terreno que jamás han tenido contacto con el barro? Sólo hay que echar un vistazo a los mensajes publicitarios que utilizan para vender vehículos todo terreno. Estos son presentados como un símbolo de libertad y de emoción. Es así como legiones de urbanitas vestidos de forma impoluta se han convertido en los principales compradores de este tipo de vehículos, que casi nunca entran en contacto con el barro.

¿Cómo puede ayudar el Big Data a la investigación cualitativa?

Hasta ahora este tipo de investigación estaba casi siempre ligada a la fase exploratoria. Se realizaba utilizando siempre micromuestras a las que se aplicaba algún tipo de técnica como las entrevistas en profundidad. Pero con la llegada del Big Data todo se está transformando.

Por sólo citar un ejemplo, hoy en día una marca que tenga un público con una cierta fidelidad y buen número de seguidores en las redes sociales, tiene muchas posibilidades a la hora de conocer qué tiende índole totalmente subjetivo tales como: ¿Qué les gusta más la música romántica o el rock and roll?, ¿Se emocionan con videos de gatitos o se ríen con los de caidas? ¿Qué tipo de causas sociales despiertan más entusiasmo? ¿Cómo reaccionan ante los eventos catastróficos de nuestro tiempo?

¿Cómo se puede lograr esto? Mediante un ejército de bots que lean todo lo que escriben y aportan nuestros clientes en las RS y otros medios y las capacidades semánticas del Big Data. Así podemos realizar análisis en profundidad sobre el contenido que comparten, las historias que leen y cómo interaccionan con nuestra marca.

Toda esta información puede ser utilizada con múltiples propósitos como por ejemplo a la hora de orientar las acciones de responsabilidad social corporativa hacía causas que estén más en consonancia con las inquietudes de nuestros clientes. O incluso a la hora de diseñar anuncias que incluyan gags o golpes de humor que puedan resultar más graciosos a nuestro público objetivo.